Mi cabeza está dada vuelta no se qué hacer, siento que me hago la fuerte pero no lo soy, soy muy débil o es lo que estoy demostrando últimamente. Quiero demostrarme fuerte hacia los demás, demostrar que puedo llevarme “al mundo” por delante, que puedo con todo pero sinceramente no es así, a la primera mala ya caigo, creo que mi fortaleza dura diez minutos donde digo todo lo que se me cruza por la cabeza, donde no tengo filtro, y después me siento vacía y triste, en ese momento no me sirven las palabras de nadie. Quizás lo que necesite sea contención física como un abrazo que no tengo en este instante, ya que a veces el afecto habla más que las mismas palabras. Necesito a alguien que venga y me hable con el corazón que me diga la realidad, que nunca voy a querer aceptar pero que en el fondo se que realmente las cosas son de ese manera. El tiempo pasa, la vida se pasa volando, en un abrir y cerrar de ojos, donde no hay que guardarse nada porque uno no sabe qué puede pasar el día de mañana. Hoy elijo ser feliz y mi única forma de serlo es enfrentar las cosas que me dan miedo afrontar, dejar de ser débil y arriesgarme, porque creo que de eso se trata la vida, DE ARRIESGAR.
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