Antes no sabía
lo que tenia, pero una buena búsqueda en Google, trae resultados.
Se define como un desorden del sueño
en el cual las alucinaciones hacen acto de presencia. Suele ocurrir cuando nos
estamos quedando dormidos o cuando nos estamos despertando. En ocasiones
también sucede durante la fase REM del sueño. El organismo tiene un mecanismo
natural de defensa durante los sueños, impidiendo que la propia persona los
represente corporalmente, algo que obviamente resultaría muy peligroso. En
otras palabras, nuestro cerebro nos “desconecta” de nuestro cuerpo para no
causar daño alguno durante la etapa de los sueños. Sin embargo, en ciertas
ocasiones, pudiera ocurrir que despertemos bruscamente, sin darle tiempo alguno
al cerebro a volver a “conectarse” con el cuerpo, con lo que se origina este
tipo de trastorno del sueño. Y es entonces cuando ocurren las alucinaciones.
Se advierte una figura próxima, en la
habitación, o incluso en la cama. Puede suceder que el individuo sienta cómo le
hablan, le susurran o cómo se ríen, e incluso puedan llegar a tocarle, o que se
sienta atacado de tal forma que note cómo le cogen de los pies para sacarlo de
la cama, o cómo intentan asfixiarlo o estrangularlo. El ritmo cardiaco se
acelera, notas presión en el pecho, dificultad para respirar, sensaciones de
sofocación, y por mucho que quieras moverte, te ves totalmente bloqueado, no
puedes mover ni un músculo de tu cuerpo o articular palabra alguna. Pero no es
un sueño. Estás completamente consciente de la situación y lo estás viviendo
como si fuera totalmente real.
Formas aisladas.
Puede aparecer de manera aislada en
individuos sanos. En estos puede asociarse a niveles altos de estrés y
ansiedad, o a un sueño demasiado fragmentado y un horario irregular de
descanso. Los casos aislados ocurren más frecuentemente al levantarse,
mientras que en la forma familiar y en la asociada a narcolepsia, la parálisis
es más común al inicio del sueño
Tratamiento
Para poder moverse, se recomienda
relajarse y no perder la calma, ya que se trata solo de un proceso temporal, en
el que en realidad no corremos ningún peligro. Puede ser útil intentar mover
zonas del cuerpo poco a poco, como las piernas o los brazos. Otra técnica
consiste en intentar incorporarse de golpe. Tras vencer el episodio de
parálisis, es conveniente levantarse de la cama y procurar estar despierto unos
minutos, antes de volver a acostarse, para evitar que aparezca de nuevo el
trastorno.
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